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*aMiN...!!

[fotos que cambiaron el mundo] El Hombre Decreciente (2001)

[fotos que cambiaron el mundo] El Hombre Decreciente (2001)

El Hombre Decreciente [2001]
La fotografía poderosa y polémica provocó los sentimientos de cólera, en particular en los Estados Unidos, en la secuela inmediata del 11 de septiembre ataques. La foto corrió sólo una vez en muchos periódicos americanos porque ellos recibieron cartas críticas y enfadadas de los lectores que sintieron que la foto era explotadora, voyeuristic, e irrespetuosa de los muertos. Esto condujo a la autocensura de los medios de comunicación de la fotografía, prefiriendo en cambio imprimir las fotos de los actos de heroísmo y sacrificio.

 Dibujó comentó sobre las reacciones que varían, diciendo, " Esto es como esto afectó vidas de la gente en aquel tiempo, y pienso es por eso que esto es un cuadro(una imagen) importante. No capturé la muerte de esta persona. Capturé la parte de su vida. Esto es lo que él decidió hacer, y pienso que conservé esto. " 9/11: El Hombre Decreciente termina la sugestión que este cuadro(imagen) no fuera una materia(un asunto) de la identidad detrás del hombre, pero como él simbolizó los acontecimientos de 9/11.

mm.....interesante......

Hay un momento a mitad de la película en que Forrest Gump dice: “Yo no sé mucho de casi nada, pero…”. Y a decir verdad, si me paro un segundo a pensarlo, yo tampoco es que sepa mucho de casi nada, pero si tienes cinco minutos sueltos para escuchar, sí que hay un par de cosas que me gustaría compartir contigo.

Esta última semana he tenido mucho tiempo para pensar sobre la vida, y algún que otro ratillo para reflexionar sobre la muerte. Pero como sólo de nombrar lo segundo me recorre un escalofrío por la espalda (incluso aún recuerdo que cuando era pequeñajo y me ponía a pensar en ello, me echaba a llorar sin remedio y mi madre me tenía que dejar jugar un ratillo a la Game Boy como premio para que se me pasase), creo que, sobretodo hoy, me apetece hablar sobre lo primero.

Sabes, la vida es curiosa y enseña lecciones en los momentos más inesperados. Una mañana hace un par de semanas, justo después de volver de Noruega, mi hermana me pidió que la acompañase a la Fnac a comprar unos cascos nuevos para su Ipod. Subimos al autobús que estaba casi vacío y nos sentamos juntos al fondo. Entre conversación y conversación, y entre risa y risa, el rato fue pasando y el bus se fue llenando hasta que cinco o seis paradas después ya no quedaba ningún asiento libre.

En la parada siguiente subió mucha gente, entre ellos una pareja de señores mayores que se vieron un poco apurados al subir y que poco a poco fueron recorriendo el autobús hasta llegar a la altura de donde estábamos. Al verlos le di un golpecito a la señora en el hombro y le dije que por favor se sentasen en nuestros sitios. Nos levantamos rápidamente y aquella pareja ocupó nuestro lugar dándonos amablemente las gracias.

Mi hermana y yo seguimos la conversación de pie sin darle mayor importancia hasta que llego nuestra parada y al bajar, cuando no llevábamos mas de dos pasos recorridos por la acera, una señora mayor, a la que ni siquiera había visto en el autobús, me cogió del brazo por detrás. Me giré rápidamente y entonces dijo: “Gracias por ser así”. Yo me la quedé mirando por un momento con cara de – no tengo ni idea de lo que me está hablando -. Así que continuó: “Gracias por haber dejado sentar a esa pareja, ya nadie lo hace”. Me quedé tan sorprendido que sólo acerté a contestarle: “Gracias a usted, no hay de que”. Y la mujer siguió su camino tan contenta.

La verdad es que me hizo muchísima ilusión, pero luego al pensarlo después sentí un poco de pena. Y es que, ¿no es una pena que algo que debería ser tan común como ceder tu asiento a una persona mayor se haya convertido en algo tan extraordinario que tengan que agradecerte por ello?. Creo que en algo nos estamos equivocando. Aun así, es un recuerdo estupendo.

Y al igual que ese, tengo un millón de recuerdos estupendos a lo largo de toda mi vida. El primer recuerdo que tengo desde que nací es de cuando iba a la guardaría, me acuerdo de que no me gustaba nada ir, así que algunos días mis padres se inventaban fiestas para tener la excusa de saltármela. Lo único que recuerdo es de estar agarrado fuerte, fuerte al coche yendo de camino a la guardería, no dejar de llorar como un loco e intentar hacerme el dormido para ver si colaba, hasta que oi decir a mi madre: “Anda, se me había pasado, hoy es Santa LoQueSea, se me había olvidado que hoy no hay guardería.” Y entonces quedarme tranquilo.

Recuerdo a mis amigos de aquella época y recuerdo a mis amigos del colegio que por suerte aún continúan siéndolo. Recuerdo cuando mi madre vino a recogerme al cole con una ecografía en la mano y la ilusión que le hizo contarme que iba a tener unos hermanos mellizos y recuerdo que la profe colgó la ecografía en el corcho de la clase. Recuerdo perfectamente la primera vez que le dije a una chica que me gustaba y mi primer beso. Recuerdo mi primer amor de verano y la primera vez que me enamoré. Recuerdo alguna fiesta en casa y alguna vez que he hecho sonreír a esos mismos amigos. Recuerdo mi primera nota en la universidad, un 7’6, y recuerdo lo que sentí al terminar la carrera. Recuerdo tantísimas cosas buenas que podría pegarme horas escribiéndolas.

Pero también recuerdo que durante todo ese tiempo, durante cada época de mi vida, siempre ha habido “algo”, una cosa u otra, que hacía que cada momento no fuese completamente perfecto. Cuando era un crío siempre me gustaban más los regalos del resto de los niños que los míos. Al llegar al cole todos los chicos tenían las famosas deportivas de la época, las Reebok Pump, esas que se le hinchaba la lengüeta, yo me moría por tenerlas, pero mi madre lo veía una tontería (y con razón) y nunca me las compró.

Después llegó la odiada época del aparato y cuando por fin la superé, comenzaron los granitos por la frente que al final se fueron apoderando del resto de mi cara. Superadas las hormonas adolescentes llegó la etapa en la que tenía que estar perfecto y me pasé horas y horas en el gimnasio. Desde hace unos pocos meses estoy en la fase en la que cuando me ducho se me caen no mas de cinco pelos y ya estoy todo agobiado pensando que en unos años me quedaré calvo.

Y superado este nuevo bache, estoy seguro que dentro de unos pocos años algún nuevo “problema” invadirá mi mente y seguirá sin dejarme ser completamente feliz. No sé si será el no poder hacer tanto deporte como antes, o el hecho de ver que seré ya más mayor que la mayoría de los futbolistas y que en toda mi vida no ganaré lo que ganan ellos en un año, o ver mis primeras arrugas, y las primeras canas, o darme cuenta de que algún chico me llama “señor” por la calle.

Lo que quiero decir es que siempre, siempre, va a haber algo que “falle”, no estés siempre esperando a que ese problema o esa preocupación desaparezca para disfrutar de cada momento como si fuese algo único, porque te aseguro que lo es. Hay una frase genial, que dice algo así como “no vemos el mundo como es, sino como somos”, apliquémonos el cuento. Y si siempre estamos pendientes de algo, si siempre pensamos que más adelante todo irá mejor, no vamos a saber saborear la vida ni vamos a disfrutar de cada cosa buena que nos traiga. Sólo tenemos una oportunidad, una vida, así que más vale aprovecharla a tope.

Sonríe siempre que te apetezca, hasta que la sonrisa no te quepa en la cara. Sonríe en los buenos momentos y sonríe también en los malos. Y si tienes que llorar, nunca te avergüences de hacerlo. Si quieres estudiar estudia, si quieres trabajar trabaja, pero arriésgate y no escojas el camino fácil, sólo por ser el camino fácil. Encuentra alguien a quien de verdad merezca la pena amar, no te conformes. Y cuando la encuentres dalo todo por ella y dile que la quieres cada día. Regálale un millón de sonrisas y buenos momentos. Y compartid también los no tan buenos, porque cuando todo lo demás falle, ella seguirá ahí a tu lado. Y cada día que hagas el amor con ella, hazlo sabiendo que no podrías elegir otro lugar mejor en el mundo donde estar, ni otra persona mejor con quien compartirlo, sino no lo hagas.

Por supuesto cede tu sitio en el autobús, que menos. Como se suele decir, baila como si nadie te estuviese mirando. Recuerda las tres palabras mágicas, “perdón, por favor y gracias”. Trata de hacer feliz a la gente que te rodea primero, y a la gente no tan cercana después. Y recuerda, “una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja”, se rey, o se peón, se lo que quieras ser, pero nunca te sientas por debajo de nadie, ni dejes que otros te hagan sentir así. Vive una vida llena y feliz y haz que cada día valga la pena.

Al menos, eso es lo que quiero para mi. Siempre he pensado, que cuando sea un viejecillo adorable, dentro de muchísimos años, cuando todo esto se vaya a acabar, quiero poder mirar atrás y sonreír pensando que el viaje ha merecido la pena.

Y bueno… ahora mismo son un poco más de las cinco y media de la mañana, la verdad es que nunca me había planteado escribir algo así, pero esta noche no podía dormir y he pensado que ésta era una buena forma de sacar un montón de cosas que llevaba dentro. Hace dos días operaron a mi abuelo de la cabeza, y esta noche ha tenido una parada y ahora mismo está en la uci. No sé ni si debía, ni si quería contarlo. Por eso lo escribo aquí, al final de todo el texto, perdido en medio de un párrafo, porque sé que sólo la gente que se preocupa por mi y a la que le importo va a llegar a leer hasta aquí, y porque quiero que recéis mucho por él, o que lo tengáis en vuestra cabeza durante un rato o yo que sé, sólo quiero que se ponga bien y darle un abrazo. Primero a él y luego a mi abuela.

Pero recuerda que yo no sé mucho de casi nada, así que tampoco me hagas mucho caso…


Borja ...para mis amigos...Amin y demás..xD!

¿Vacuna contra la cocaína?...

Amin Mustafa B.                          13 / nov / 2008

Serviría para que los ex adictos a la droga no tengan recaídas??. Bloquearía la llegada de la cocaína al cerebro y evitaría sus efectos enfervorizantes??.
  Un grupo de científicos está probando una  vacuna experimental que podría utilizarse para ayudar a combatir la adicción a la cocaína. En caso de que resulte efectiva, evitaría que antiguos consumidores de cocaína tengan recaídas. Históricamente, las vacunas fueron creadas para evitar una enfermedad exponiendo al organismo a fragmentos del agente infeccioso, lo que permite al sistema inmunológico montar una defensa en contra del mal. Los anticuerpos que se forman durante este proceso actúan como soldados que previenen una invasión. Recientemente, sin embargo, surgió un enfoque diferente para las vacunas. Una vez más, la nueva teoría se basa en el llamado que hace el organismo al sistema inmunológico en busca de ayuda. Este nuevo enfoque se basa en la capacidad de los anticuerpos para bloquear la cocaína cuando ésta ingresa en el torrente sanguíneo en su trayecto hasta el cerebro, lugar en donde desencadena la sensación de euforia que provoca la droga. Cerca de 500 mil norteamericanos son adictos al poderoso estimulante. Y alrededor de 2 millones son consumidores ocasionales. En la Argentina no está cuantificado el número de consumidores. La molécula de la cocaína es pequeña y es capaz de filtrarse en el organismo sin que el sistema inmunológico sepa de su presencia. Para la fabricación de la vacuna, los científicos adosaron la molécula de la cocaína a otra más grande y de este modo generaron una respuesta inmunológica (anticuerpos) que procedió luego a acabar con la cocaína antes de que ésta llegue al cerebro. Los científicos aseguran que esta vacuna fue creada para evitar las recaídas y que probablemente no va a lograr detener el consumo. ¿crees que es la investigacion es efectiva?.